Descubra cómo el anunciado fin de la venta de vehículos de combustión interna en Europa en 2035 afectará potencialmente a la economía europea en términos de creación de valor.
La industria automovilística europea, pilar económico esencial, aportó 1.750 millones de euros al valor añadido bruto en 2023, incluidos 570.000 millones procedentes de tecnología y exportaciones de automóviles. La movilidad eléctrica podría añadir entre 220.000 y 270.000 millones de dólares de valor añadido bruto para 2035 a través de servicios y soporte posventa. Sin embargo, el valor de la producción europea podría caer en 370 mil millones de euros durante la próxima década si las tendencias actuales continúan, suponiendo una disminución en la cuota de mercado global de los fabricantes europeos del 60% al 45%.
A pesar de las pérdidas potenciales, Europa y sus fabricantes pueden beneficiarse de la disrupción de los vehículos eléctricos y potencialmente aumentar el valor agregado bruto si adoptan estrategias innovadoras, participan en los mercados globales, fortalecen la colaboración industrial e implementan políticas efectivas. Europa es líder en innovación, seguridad y eficiencia energética en el sector del automóvil, ganándose la fidelidad de los consumidores de todo el mundo.
La industria automotriz está experimentando una transformación significativa con el auge de los vehículos eléctricos (EV). Las ventas europeas de vehículos eléctricos crecieron más del 50% anual entre 2020 y 2023, pero se han desacelerado recientemente debido a la reducción de los subsidios y al creciente interés en vehículos eléctricos asequibles. No obstante, las perspectivas a largo plazo para la electrificación siguen siendo sólidas, impulsadas por el crecimiento del mercado mundial de vehículos eléctricos, particularmente en China.
Para evaluar el impacto del aumento de las ventas de vehículos eléctricos en la industria y la economía del automóvil europeas, se cuantificó el cambio del valor añadido bruto a los vehículos eléctricos para 2035. La transición afectará significativamente al valor añadido bruto upstream. La consultora McKinsey & Company modeló tres escenarios para mostrar cómo las decisiones actuales de los líderes automotrices europeos podrían influir en la creación de valor durante la próxima década. Se han identificado estrategias para que la industria automovilística europea prospere en un contexto de electrificación, basadas en una hoja de ruta de siete pilares.
Los escenarios resaltan varios resultados para las partes interesadas. Si los líderes automotrices europeos no logran aprovechar la electrificación, más de 370 mil millones de euros de valor agregado bruto upstream podrían estar en riesgo. Por el contrario, una gestión exitosa de la transición podría generar alrededor de 270 mil millones de euros de valor agregado para la economía europea, con efectos positivos en las industrias relacionadas. El informe de McKinsey & Company al que enlazamos al final supone que todos los coches nuevos vendidos en Europa en 2035 serán vehículos eléctricos, de acuerdo con las regulaciones actuales para eliminar gradualmente los vehículos ICE.
Para más detalles, el informe en inglés aquí.